domingo, 6 de septiembre de 2009

VALORES DEL MESERO






Las Habilidades de un mesero son las siguientes:


CALIDAD

Para el mesero la calidad es una forma de entender la gestión de empresa. Significa el compromiso y exigencia con cada parte del proceso en los servicios que ofrecen al cliente.

HONESTIDAD

Es aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia.

El mesero debe ser honesto, es decir es ser real, acorde con la evidencia que presenta el cliente y; debe ser genuino, auténtico, objetivo. La mesero expresa respeto por uno mismo y por los clientes. Esta actitud siembra confianza en el consumidor.

Lo que no es la honestidad:

- No es la actitud insolente y libre por la que se habla de cualquier cosa con los clientes… la franqueza tiene como prioridad el reconocimiento de la verdad y no el desorden.
- No es el mero reconocimiento de las emociones "así me siento" o "es lo que verdaderamente siento". Ser honesto, además implica el análisis de qué tan reales (verdaderos) son nuestros sentimientos y decidirnos a ordenarlos buscando el bien de los demás y el propio.

Hay que tomar la honestidad en serio, hay que reconocer que es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y el auténtico servicio al cliente. Ser deshonesto es ser falso, injusto, impostado, ficticio.

La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca la sombra, el encubrimiento: es una disposición a vivir en la oscuridad. La honestidad, en cambio, tiñe la vida de confianza, sinceridad y apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz, la luz de la verdad.


RESPONSABILIDAD

Es un cargo, compromiso u obligación del mesero (ejemplo: “Mi responsabilidad en el Bar- Cafetería “DE LA CASA”, será llevar a la prosperidad”).
Como sinónimo de causa (ejemplo, “caerse la comida fue la responsable de ensuciarle la ropa al cliente”).
La responsabilidad moral del mesero ocupa un lugar cada vez más importante en el crecimiento de la empresa, si esto no se cumple a cabalidad va a existir muchos problemas, por ejemplo, escándalos de corrupción ligados al ocultamiento de cifras en la contabilidad de la empresa y escándalos por no poder satisfacer las distintas necesidad del cliente.

PUNTUALIDAD

Un aspecto importante de la puntualidad, es concentrarse en la actividad que estamos realizando, procurando mantener nuestra atención para no divagar y aprovechar mejor el tiempo. Para corregir esto, es de gran utilidad programar la alarma de nuestro reloj o computadora (ordenador), pedirle a un familiar o compañero que nos recuerde la hora.

PACIENCIA

La paciencia es el valor que hace al mesero a tolerar, comprender, padecer y soportar los contratiempos y las adversidades con fortaleza, sin lamentarse; moderando sus palabras y su conducta para actuar de manera acorde a cada situación.
Al encontrarnos con clientes que a nuestro juicio siempre son molestas, inoportunas o “lentas”, podemos caer en el error de fingir una actitud paciente, es decir, dar la apariencia de escuchar sin alterarse ni expresar emoción, buscando escapar de la situación lo más rápido posible dando respuestas breves y un tanto cortantes, eso sí, procurando que no se den cuenta para no herir los sentimientos; a esto se le llama indiferencia, insensibilidad ante el estado de ánimo de los demás.

PRUDENCIA

La prudencia es tan discreta que pasa inadvertida ante nuestros ojos. Nos admiramos de las personas que normalmente toman decisiones acertadas, dando la impresión de jamás equivocarse; sacan adelante y con éxito todo lo que se proponen; conservan la calma aún en las situaciones más difíciles; percibimos su comprensión hacia todas las personas y jamás ofenden o pierden la compostura. Así es la prudencia, decidida, activa, emprendedora y comprensiva. ¿Quién puede rehusarse a vivirla y hacerla parte de su personalidad?
La prudencia es el valor que nos ayuda o reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia.

El ser prudente no significa tener la certeza de no equivocarse, por el contrario, el mesero prudente muchas veces ha errado, pero ha tenido la habilidad de reconocer sus fallos y limitaciones aprendiendo de ellos. Sabe rectificar, pedir perdón y solicitar consejo.

COMPRESION

La comprensión es la actitud tolerante para encontrar como justificados y naturales los actos o sentimientos del cliente. Es en este momento nos percatamos que la comprensión va más allá de “entender” los motivos y circunstancias que rodean a un hecho, es decir, no basta con saber que pasa, es necesario dar algo más de nosotros mismos.

Podemos “saber “ que un empleado nuestro comete errores con cierta frecuencia, “justificamos” este hecho debido a una falta de conocimiento, lo cual determina sus fallas como involuntarias y observamos la necesidad urgente e inmediata de brindar la capacitación correspondiente. El justificar se convierte en una disculpa, en una atenuante que nos hace ubicar el problema en su justa medida, por lo tanto, la comprensión nos lleva a proponer, sugerir o establecer los medios que ayuden a los demás a superar el estado por el que actualmente pasan.

SENCILLEZ

La personalidad sencilla es única, recia, sin adornos ni artificios, no le hace falta mostrar y poner en un escaparate sus posesiones y cualidades porque son evidentes y naturales. La sencillez nos enseña a saber quiénes somos y lo que podemos.

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